Tras una mediación una pareja de ancianos en situación de vulnerabilidad quedará al resguardo de sus hijos
A través de audiencias virtuales se acordó entre los hermanos un régimen de cuidado compartido que incluye cubrir sus necesidades básicas, tiempo y afecto.
En mayo, el juez de Familia, Niñez, Adolescencia y Violencia de la Tercera Circunscripción, Carlos Hugo Orozco, derivó la causa al Centro de Mediación de Concarán. La finalidad era lograr reunir a los hermanos para acordar un régimen de cuidado compartido entre ellos.
Con mediación de Susana Schmid, se utilizó la plataforma Cisco Webex para concretar las audiencias virtuales. Esto se debe a que algunos hermanos viven en San Luis y otros en Buenos Aires. Con el correr de las reuniones, las partes pudieron resolver algunas diferencias y llegar a un acuerdo. Se coincidió que estaba en juego el bienestar de sus padres.
“Todos los hijos participaron de las audiencias virtuales, pudieron escucharse, entenderse y, sobre todo, aclarar malos entendidos. Sin dudas la posibilidad de comunicación que presta la mediación, supera a toda instancia judicial cuando se trata de cuestiones en donde lo que hay que resolver no es algo simplemente a cumplir como una ‘carga’, sino como un acto de afecto responsable”, expresó Schmid.
La mediadora también habló de la importancia de estas instancias “donde la comunicación y el entendimiento contribuyen de manera efectiva en la solución, prevención y disminución de futuros conflictos”.
Por otra parte, una hija del matrimonio involucrado también se mostró contenta con la resolución del caso y expresó: “Quiero agradecer a la doctora Susana por haber sido mediadora para llegar a un acuerdo con mis hermanos en el cuidado de mis padres. Pudimos comunicarnos todos vía internet. ¡Gracias!”.
Finalizada la instancia, el acuerdo fue remitido al juzgado de origen.
Este lunes, Orozco dictó la sentencia homologatoria. Para ello, consideró que el acuerdo fue celebrado bajo el compromiso de cada una de las partes, quienes entendieron que el cuidado de sus padres es una tarea compartida que no sólo implica cubrir sus necesidades básicas sino, también, compartir tiempo y afecto con ellos en la medida de sus posibilidades.